Para tomar decisiones desde los procesos de gestión de información se ha identificado que es necesario contar con muchos datos, información requerida por los profesionales que participan en los procesos de estadística, bioestadística, gestión de información y tecnología; requiriendo también manejar, de manera eficaz, abundantes salidas de información donde participan todas las formas, tamaños y niveles de complejidad. Sin embargo, aunque debería ser al contrario, solo una proporción pequeña de esta información es usada para tomar decisiones de alto nivel.
Esa forma de usar la información suele tener varias repercusiones en algunas de las áreas más importantes para las organizaciones de salud, por ejemplo: 1) los resultados financieros no son los presupuestados; 2) en el caso de los proyectos, el seguimiento a la triple restricción (alcance, tiempo y costo) no alcanza las metas proyectadas.
Todo eso ocurre, aunque en la actualidad se genera más información, pero siguen tomando las mismas decisiones. Hasta hace algunos años, abundaban los datos y escaseaban las herramientas para modelar y consolidar información, así como para responder a preguntas bien formuladas; en la actualidad se ha superado ampliamente esta situación, ya se cuenta con grandes volúmenes de información que dan cuenta del que hacer de cada una de las áreas de la compañía, se dispone de sistemas robustos que almacenan, procesan, organizan y hasta distribuyen información. Ya contamos con sistemas de almacenamiento en la nube, hoy el manejo de millones de registros es cada vez más fácil.
Sin embargo, enfrentamos otra situación, existe un aspecto que puede complejizar aún más esa realidad, pues en muchas empresas abundan profesionales y técnicos con amplio conocimiento de los procesos, pero con limitado tiempo para analizar información y generar nuevo conocimiento. Algunas de esas personas pueden ser catalogadas como seres inquietos, ávidos y creativos, pero que cuentan con pocas herramientas o con poco conocimiento en el análisis de la información; y, hasta con limitadas preguntas que contribuyan a generar nuevo conocimiento.
Requieren construir cuestionamientos que aborden temas como: ¿Qué hacer con la cantidad de datos que se están generando en las organizaciones, como articularla, como hacer para que haya coherencia, analizarla y lograr que sea útil para la toma decisiones estratégicas en los servicios y las instituciones?
Saber que se busca es la clave: Y volvemos a las primeras clases de metodología de la investigación que todos tuvimos: ¿Cuál es la pregunta?
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